En su apuesta común por fomentar la energía verde, el Ente Vasco de la Energía (EVE) e Iberdrola han creado una sociedad conjunta para impulsar proyectos en energías renovables en Euskadi.
La puesta en marcha de esta sociedad se materializa después del acuerdo de intenciones firmado entre ambas instituciones en el mes de marzo para el desarrollo conjunto de proyectos eólicos y fotovoltaicos en los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca. Desde entonces, las organizaciones empezaron a evaluar emplazamientos con acceso a la red eléctrica, así como la disponibilidad de recurso eólico en algunas zonas con potencialidad de viento.
Promover la transición energética
La tarea de impulsar proyectos en común desde la iniciativa público-privada coincide con el interés de ambas entidades por promover la transición energética a través del desarrollo de «energía competitiva, limpia y sostenible, y que avance en la reducción de la dependencia energética y genere empleo de calidad».
En este sentido, la iniciativa se alinea con los objetivos, entre otros, de la Estrategia Energética de Euskadi 2030, con el acuerdo del Parlamento Vasco donde se insta a las instituciones a reforzar su apuesta por las renovables y con la tramitación de un nuevo Plan Territorial Sectorial de Renovables que servirá, a futuro, de hoja de ruta mediante la elaboración de un mapa de referencia para las diferentes modalidades de renovables. También responde a los compromisos establecidos en el Acuerdo de París sobre emisiones y a las indicaciones marcadas por el paquete «Energía limpia para todos los europeos» de la Comisión Europea.
Socios históricos
Como recuerdan las organizaciones, el Ente Vasco de la Energía y la compañía energética han colaborado a lo largo de los años en numerosos proyectos renovables en Euskadi, como es el caso de la construcción y promoción de los parques eólicos de Elgea, Urkillay Badaia, en Álava-Araba, así como Oiz, en Bizkaia.
Asimismo, ambas entidades son impulsoras del proyecto Bidelek y el más reciente Bidelek 4.0 para la digitalización de la distribución eléctrica, que ha situado a Euskadi en un nivel pionero en la implantación de redes inteligentes, lo que supone un gran avance en la eficiencia, la gestión del consumo y la capacidad de asumir nuevas necesidades como es la implantación del vehículo eléctrico y la generación distribuida mediante renovables.