La contribución de las fuentes renovables ha aumentado constantemente desde que Eurostat comenzara a recopilar datos en 2004, cuando el porcentaje era del 12%.
Suecia destaca con diferencia entre los Estados miembros de la UE: cerca de dos tercios (65%) de la energía para calefacción y refrigeración en 2018 provino de fuentes renovables. Le siguen otros países nórdicos y bálticos: Letonia, Finlandia y Estonia obtuvieron más de la mitad de la energía que necesitaron para calefacción y refrigeración de fuentes de energía renovables.
España se encuentra aún en la zona inferior de la tabla, con un uso de renovables para usos térmicos del 17%, ligeramente por debajo de la media comunitaria del 21%.
Los países que menos renovables utilizan para calentarse o en refrigeración son Irlanda y los Países Bajos (ambos 6%), Bélgica (8%) y Luxemburgo (9%).
Energía residual
La energía renovable también incluye calor residual y energía térmica (del aire, tierra o agua) capturada por las bombas de calor (información no disponible aún en todos los países). En 2018, dicha energía térmica contribuyó con más de una cuarta parte (27%) de la energía de fuentes renovables utilizadas para calefacción y refrigeración.
FUENTE: AVEBIOM