Constatando que la necesidad de hacer que nuestras ciudades sean más eficientes conlleva cada vez mayores inversiones, un estudio de IDC Research España apunta a que el gasto mundial en tecnologías para el desarrollo de las Smart Cities podría llegar hasta los 80.000 millones de dólares en 2018, aumentando progresivamente hasta los 135.000 millones en el año 2021. El fin último de dicha inversión es desarrollar esa tecnología imprescindible para alcanzar la transformación necesaria.
Se constata además una creciente tendencia a ir de pequeños proyectos a convertirse en destacadas oportunidad del mercado tecnológico. En este punto, Jorge Gil, director de IDC Research España, apunta a que «las Smart Cities han pasado de ser un discreto grupo de proyectos a liderar una inversión tecnológica significativa a partir de ahora, y España no escapa a esta tendencia».
Una tendencia que, sin duda alguna, tiene el poso de la transformación digital de las ciudades, independientemente de su tamaño, aunque el nivel de la inversión será mayor o menor dependiendo de la región en que se realice.
No obstante, una de las pretensiones de de las Smart Cities es la transformación digital de los ecosistemas urbanos para tratar de cumplir una serie de objetivos medioambientales, financieros y sociales. «Esto es posible gracias a la coordinación de diversas tecnologías inteligentes creadas para aprovechar las inversiones tecnológicas llevadas a cabo en una ciudad», apunta Gil, quien asegura que para conseguirlo «se utilizan plataformas comunes que minimizan el gasto de mantenimiento y el tiempo empleado».
Prioridades de la inversión
Los objetivos de la inversión son diversos, aunque los más comunes apuntan al transporte conectado y la movilidad eficiente, la seguridad de los datos públicos y la energía e infraestructuras inteligentes.
Aunque la mayor parte de la inversión corresponden al transporte conectado y la movilidad sostenible, seguida de la iluminación exterior inteligente y la monitorización medioambiental, no todos los países mantienen las mismas prioridades. En este contexto, Serena Da Rold, program manager en IDC´s Customer Insight & Analysis Group, reconoce que «las prioridades estratégicas que hemos identificado llevarán a la transformación digital a ciudades de todos los tamaños, pero nuestra investigación demuestra que puede haber diferencias significativas en la inversión según la región».
Así, EE UU, Japón y Europa sitúan en primer lugar el transporte conectado y la movilidad, mientras que China invierte más en sistemas de videovigilancia mixtos. Finalmente, Japón será quien invierta en mayor medida en la monitorización medioambiental. En concreto, EE UU invertirá 22.000 millones y China 21.000 de los 80.000 millones previstos, lo que les convierte en los dos mercados más grandes de la tecnología de las Smart Cities.