El proyecto desarrollado por la Comunidad de Regantes de Mérida consiste en una instalación de bombeo solar a través de un sistema fotovoltaico con módulos flotantes, el cual se ha iniciado con la instalación de más de 1500 placas solares. Destinada a ocupar una superficie de 6.000 metros cuadrados y su potencia superará los 500 kilovatios.
Ante la falta de terrenos suficientes para emplazar un sistema de esta magnitud, se aprovechó una balsa de regulación del Canal de Lobón, junto a la Sierra de Arroyo de San Serván, para colocar sobre ella la instalación energética flotante, así lo ha explicado el secretario de comunicación de la comunidad de regantes, Javier Nieto.
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El emplazamiento de las placas no supone ningún impacto en la calidad del agua, en principio todo lo contrario, ya que evita su evaporación en las zonas de superficie cubierta por los flotadores y la proliferación de algas, tampoco se pretende tapar toda la balsa, destaca Nieto.
Este proyecto innovador permitirá producir parte de la electricidad necesaria para regar los cultivos y reducir el coste energético de los regantes, cuya factura eléctrica se dispara durante los meses fuertes de campaña llegando a alcanzar los 200.000 euros.
Fundamento
El objetivo de la instalación es reducir los costes operativos de la explotación de la estación elevadora mediante el aprovechamiento de la energía solar limitando así el consumo eléctrico de la red y reduciendo las emisiones de carbono generadas por la actividad.
El plan ha supuesto una inversión de 744.695 euros, de los que cerca de 600.000 han sido subvencionados por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) y la Junta de Extremadura bajo el marco de ayudas a la eficiencia energética.