El sistema suministra agua caliente para calefacción a 11 edificios públicos desde 2012, gracias a la caldera de biomasa de 13 MW ubicada en el aserradero Lakeland Mills.
La industria firmó un acuerdo con el ayuntamiento para suministrar hasta 5 MW de energía. El municipio espera que se sumen nuevos edificios a la red en los próximos años. El acuerdo incluyó la entrega de un precipitador electrostático por parte del ayuntamiento a la empresa. El equipo elimina más del 95% de las partículas de los gases de combustión.
La red de tuberías de 3 km se organiza en dos circuitos; el primero conecta la caldera con un intercambiador de calor a través del cual la energía pasa a un segundo circuito que llega a la planta municipal desde donde se impulsa el agua caliente hasta los edificios consumidores. Cada edificio cuenta con su propio intercambiador de calor y circuito interno.
La sala de calderas de la ciudad cuenta con dos calderas de gas natural de 2,5 MW como respaldo en caso de improbable avería o mantenimiento de la principal. La caldera de biomasa consume entre 2 y 5 m3 de biocombustible al día procedente de su actividad: subproductos del aserrado, cortezas, virutas.
Los ahorros económicos son muy significativos. Referidos a uno solo de los edificios, el que alberga los Juzgados, se estiman en 175.000 dólares canadienses al año -en compra de derechos de emisión y de gas natural-.
A pesar de los enormes beneficios que reporta una red de calor con biomasa, Prince George es uno de los escasos ejemplos de Canadá. Wedel cree en parte es debido a la abundancia de gas natural y otras fuentes de energía en el país. Pero las cosas están cambiando, asegura.
Vía: AVEBIOM