El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha abordó el pasado lunes, 22 de enero, la aprobación de la Estrategia de Biomasa Forestal, en la que se invertirán 30 millones de euros distribuidos a partes iguales en dos ejes prioritarios para el gobierno regional: la sustitución de calderas de calefacción de edificios públicos y el incentivo de trabajos en el monte por parte de empresas del sector forestal.
Francisco Martínez Arroyo asegura que esta estrategia “no sólo beneficia al medio ambiente propiamente dicho, sino que fomenta el empleo en las zonas rurales”.
Con esta estrategia regional, sobre la que ESEFICIENCIA ya había informado, el Gobierno de Castilla-La Mancha demuestra su apuesta por las energías limpias con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, generar empleo y potenciar el mundo rural, en una región donde el 45% de su superficie está cubierta por montes.
Calderas de biomasa en edificios públicos
Sobre la Estrategia de Biomasa Forestal informó el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien anunció que la estrategia contempla el cambio a caldera de biomasa de 47 centros de educación secundaria obligatoria de la Consejería de Educación durante los cursos 2017-2019: 9 en la provincia de Albacete, 8 en la provincia de Ciudad Real, 8 en la provincia de Cuenca, 10 en Guadalajara y 12 en Toledo”.
Las actuaciones en los centros docentes se sumarían a los cuatro centros de la Consejería de Agricultura: el Centro Apícola de Marchamalo, dos Oficinas Comarcales Agrarias de Jadraque y Cogolludo y el edificio de la Dirección Provincial de Agricultura de Cuenca.