La sociedad pública de vivienda y urbanismo Nasuvinsa va a liderar el proyecto europeo Promobiomasse con el que se pretende promover el uso de la biomasa forestal procedente de los bosques de Navarra en los sistemas de calefacción del parque de vivienda de la Comunidad Foral y edificios dotacionales.
La idea es que esta fuente de energía renovable se utilice inicialmente en edificios de titularidad pública, pero con vocación de extenderlo en un futuro también al sector residencial privado. «En Navarra tenemos un gran potencial de producción de biomasa forestal, una fuente de energía renovable y competitiva, cuyo aprovechamiento sostenible permite gestionar masas abandonadas, reducir riesgo de incendios y adaptarnos al cambio climático, además de generar empleo y reducir la dependencia energética del exterior», ha explicado Isabel Elizalde, consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra, durante la presentación del proyecto, en el marco de una jornada técnica que celebrada en las salas del Fuerte del Príncipe de la capital navarra, en la que ha estado acompañada del director gerente de Nasuvinsa, José Mari Aierdi. La consejera se ha mostrado convencida de la necesidad de «explotar el excelente potencial que tiene este tipo de energía, un recurso infrautilizado que se localiza en las zonas rurales, pudiendo llega a movilizarse unas 200.000 tm/año».
Entre los datos destacados por Elizalde, destaca el referente a la promoción de empleo en el medio rural. «Por cada 10.000 consumidores se pondría llegar hasta los 135 puestos de trabajo directos e indirectos en toda la cadena de gestión y producción, frente a los únicamente 9 empleos que generan el gasóleo o el gas natural», ha asegurado.
Tres líneas de trabajo
Como se explicó durante la presentación, el desarrollo del plan Promobiomasse contempla tres principales líneas de actuación, que pasan pasa por articular un sistema de provisión de astilla maderera suficiente -producida en los bosques de las propias comunidades de los socios que integran el proyecto europeo- como materia prima para alimentar los sistemas de calefacción del mayor número posible de viviendas y edificios públicos, sensibilizar a la población y los vecindarios sobre las ventajas que ofrece la biomasa como fuente energética para poder estimular así la demanda y estudiar las inversiones en infraestructuras de calor, calderas o instalaciones térmicas que son necesarias acometer en los edificios.
El proyecto arrancará en la Comunidad Foral de Navarra con una actuación piloto para alimentar con biomasa, procedente del patrimonio forestal comunal que gestiona la sociedad pública Gestión Ambiental de Navarra, los sistemas de calefacción de las más de mil viviendas del parque público en alquiler que actualmente gestiona Nasuvinsa, así como determinados edificios dotacionales de la Administración foral.
Actualmente, para el fomento energético de los sistemas forestales únicamente se aprovecha una cuarta parte del crecimiento corriente anual de la superficie arbolada de la Comunidad Foral, que en total suma unas 450.000 hectáreas, según un estudio realizado por la agencia navarra del territorio y la sostenibilidad Lursarea. Se estima que las existencias de Navarra suman unos 60 millones de metros cúbicos, lo que supone un incremento de unos 5 millones respecto a hace 25 años. Por lo tanto, el margen existente para la producción de biomasa forestal es muy amplio y no debería repercutir en sectores ya asentados, demandantes de otros productos de madera.
Transición y descarbonización
El proyecto se enmarca en las actuaciones de la Administracion navarra encaminadas a impulsar y emprender acciones para favorecer el uso de la biomasa forestal por las importantes ventajas que esta alternativa ofrece desde el punto de vista de la sostenibilidad, de la producción de fuentes renovables, por sus potencialidades para generar empleo local en las zonas productoras forestales y por su contribución a la estrategia europea de transición energética y descarbonización de las ciudades.