Para nadie es un secreto que desde el mes de abril, la electricidad ha venido aumentando de manera considerable. Sin embargo, durante septiembre, el incremento ha sido aun mayor. Al Gobierno no le ha quedado otra que intervenir de manera urgente. Ha decretado la suspensión del impuesto sobre el valor de la producción de energía.
Si bien es cierto que se necesitaba tomar una medida para aplacar el temido aumento, está claro que esa suspensión del 7% de impuesto sobre el valor de la producción de energía, solo reducirá 2 euros a la factura de cada cliente. Se necesitan medidas un poco más drásticas que marquen un verdadero impacto. Como por ejemplo, el impulso a la energía renovable y la reducción de la dependencia energética.
Ante este hecho, Gana Energía enfatizó que tal medida no es tan favorable. Pues supone una reducción en lugar de una suspensión. Recomendó que, para que haya un cambio favorable en el precio de la energía hay que apostar por otros asuntos. Entre ellos, realizar un ajuste normativo y regulatorio, apostar por las energías renovables, reducir la dependencia energética y aumentar la competencia.