La huelga de las nucleares Ascó y Vandellòs que comenzó ayer a medianoche discurre sin incidentes y con una alta participación, han informado a Efe los sindicatos CCOO y UGT, convocantes de la protesta junto con Aploc, el sindicato de los controladores.
El sindicato CCOO cifra la huelga en un 90 % de seguimiento y el secretario de Industria del sindicato en Tarragona, Vicente Mayo, remarca que «transcurre sin incidentes» pese a «unos servicios mínimos que vulneran el derecho a la huelga».
Los piquetes informativos se han situado por la mañana en la rotonda de acceso a la central de Ascó I, inmersa en la parada programada de recarga de combustible.
La plantilla de los tres grupos nucleares gestionados por la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (Anav) es de 1.094 empleados y la mayor discrepancia acerca de los servicios mínimos se produce en Ascó.
En esta central, el servicio mínimo es de «230 personas en el grupo que está parado más los retenes, cuando en la huelga del 12 de noviembre del 2012 fue de 35 más retenes, en iguales circunstancias», denuncia Moya.
El responsable de UGT en Vandellòs, Juan Luis Cantón, ha valorado a Efe «el éxito de la huelga», si bien ha declinado cuantificar la adhesión porque «al imponer servicios mínimos muy elevados, los datos se distorsionan».
En Vandellòs también se han dispuesto piquetes informativos en los accesos a la central y Cantón ha recordado que «los servicios mínimos están recurridos, es la primera vez que el Ministerio de Industria dicta que la recarga de Ascó debe hacerse en tiempo y forma».
La plataforma sindical no descarta llevar al juez estos servicios mínimos si se rechazan los recursos presentados ya que «vulneran el derecho a la huelga», a juicio de Moya.
La huelga está convocada del 16 al 19 de mayo, del 23 al 26 de mayo, del 30 de mayo al 2 de junio, del 6 al 9 de junio y del 13 al 16 de junio, desde las 24 horas del primer día hasta las 24.00 horas del cuarto día, para reclamar el desbloqueo del convenio colectivo.
Según los sindicatos, ANAV rechaza las principales propuestas de la parte social y plantea recortar las condiciones laborales de la plantilla e implantar una política de contratación a bajo coste, mientras que ellos defienden que no haya despidos mientras dure la licencia de explotación.
Fuente: el economista