La nueva tarifa eléctrica dispara las dudas en los servicios de consumo

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Aunque la tarifa de la luz nos seguirá resultando cara, algunos cambios en el contrato y una serie de medidas que no suponen esfuerzo para el consumidor ni una alteración sustancial de hábitos permitirán ahorrar hasta 200 euros anuales en el recibo. Este es el mensaje que lanza la Unión de Consumidores (UCE) y que forma parte de una campaña con la que también se pretende informar al usuario sobre los cambios en los sistemas de calcular el gasto eléctrico. Hasta ahora, la tarifa oficial de la luz se fijaba en función de una subasta que se celebraba cada tres meses, pero tras la última subasta, cuando el resultado fue un precio desorbitado, el Gobierno estableció un nuevo sistema.

La nueva fórmula se aplica solo para calcular la primera parte del recibo, que corresponde al coste del gasto de energía. Se fija mediante subastas diarias y el precio varía a lo largo de la jornada. La segunda parte del recibo corresponde a los denominados peajes, que son fijados por el Ejecutivo central y que se refieren a la distribución, transporte, las primas por energías renovables y a la cogeneración. Un tercer tramo del recibo son los impuestos.

La nueva fórmula se aplica desde el 1 de abril, pero las compañías tiene de plazo hasta el 1 de julio para implantarlo. Queda menos de un mes y los consumidores dan muestras de cierto nerviosismo. Todo cambio genera inquietud. Muchas preguntas en el aire y todavía sin respuestas concretas hasta que no llegue la primera factura con el nuevo modelo tarifario.

«Es pronto, por eso hasta ahora no se ha notado que se hayan registrado más quejas. Hasta que no entre en funcionamiento no sabremos cómo ha afectado», comentan fuentes del Ayuntamiento de Segovia en referencia a si el nuevo recibo ya da más o menos trabajo a la Oficina de Municipal de Información al Consumidor (OMIC). De momento, las reclamaciones y consultas relacionadas con la electricidad son las segundas más frecuentes, como indica la memoria del año pasado. Las estadísticas municipales concretan que en 2013 se tramitaron 114 expedientes, lo que supone el 7,6% del volumen asistencial prestado por el Consistorio en materia de consumo, muy por debajo de las más de 700 quejas y solicitudes de información referidas a la telefonía.

Sin embargo, y a pesar de que es temprano para evaluar la incidencia del nuevo recibo, fuentes del Ayuntamiento admiten un mayor trasiego de consultas recibidas la oficina, aunque matizan que buena parte de los asuntos relacionados con la luz se trasladan al Servicio Territorial de Industria, dependiente del Ejecutivo autonómico.

En él también se ha empezado a detectar esa incertidumbre ciudadana en forma de dudas, preguntas y peticiones de información. Aunque no se puede precisar cuánto han aumentado las consultas, representantes de la Delegación de la Junta de Castilla y León en Segovia aseveran que la nueva facturación sí ha traído consigo una mayor demanda de información. Muchas cuestiones que llegan al servicio territorial a propósito de la entrada en vigor de la nueva facturación eléctrica tienen que ver con el cambio de compañía. Este tema forma parte del ámbito del mercado libre. Otras atañen a la denominada Tarifa de Último Recurso y a la producción energética, que son resueltas en el departamento de Industria y Energía por pertenecer al ámbito estatal, especifican portavoces regionales.

A lo largo del primer trimestre se ha comprobado que la aplicación del precio provisional fue superior al del mercado, por lo que las compañías eléctricas tendrán que devolver dinero a los consumidores. Este asunto, y sobre el todo el desconocimiento, centra también muchas de las dudas con las que los usuarios segovianos acuden a las oficinas de consumo. Más que quejas o denuncias, los ciudadanos se han interesado por cómo calcular el gasto, cuánto se les va a reintegrar o cómo reducir el consumo.

Hasta que la nueva fórmula de tarificación se implante de forma definitiva, la UCE se aconseja a los usuarios esperar para tener una referencia más ajustada del consumo. Lo que sí se puede hacer ya en este periodo es empezar a poner en marcha medidas de ahorro, y una de las que se puede aplicar es reducir la potencia contratada.

Menos kilovatios

Un nuevo contrato con menos kilovatios supondrá, de entrada, menos gasto, porque cuanto mayor es la potencia contratada, más se paga. Antes, hay que calcular cuánto se puede reducir. La Unión de Consumidores propone un sistema sencillo, que consiste en el encendido de aparatos eléctricos. Si la luz salta con dos aparatos en marcha, la potencia es muy justa, por lo que quizá no sea conveniente reducirla. En caso de que el diferencial no salte, se prueba con tres, cuatro o más aparatos. Si aguanta, es un indicador de que hay potencia y se puede reducir, ya que no todos los aparatos de una casa funcionan a la vez.

Asimismo, se puede contratar la denominada tarifa discriminatoria. Viene a ser el equivalente a la más conocida como tarifa nocturna. Aunque el cálculo haya cambiado, en general, seguirá saliendo más barato por la noche..

Fuente: el norte de castilla