Enmarcado dentro del Plan de Reactivación de la Comunidad de Madrid para combatir los efectos de las crisis del Covid-19, el Gobierno regional anuncia la activación de una nueva línea de ayudas, dotada con 2,5 millones de euros para este año y de 3 millones a partir de 2021, para la adquisición de vehículos eléctricos cero emisiones para la movilidad personal.
Así lo anunció la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín, quien señaló que esta medida refleja la decidida apuesta del Gobierno regional por la micro movilidad cero emisiones, para que los ciudadanos vuelvan a la normalidad “de forma segura y sostenible”.
Ayudas directas
Martín indicó que se trata de “ayudas directas” que se otorgarán a los madrileños por la compra de vehículos cero emisiones y que se destinarán a sufragar un porcentaje del precio del nuevo vehículo de transporte sostenible.
También se impulsará la puesta en marcha de bono créditos ambientales para el uso de los servicios de carsharing y motosharing cero emisiones. Así, cuando una persona entregue para su achatarramiento un coche contaminante o sin etiquetado ambiental o con una antigüedad superior a 10 años, se le concederá un bono crédito ambiental por un importe que podrá convertir en kilómetros o minutos para utilizar en este tipo de servicios de movilidad compartida. Se ha fijado que el tiempo de validez de estos bonos sea ilimitado, para utilizar según las necesidades de cada usuario, y sin tener que realizar ningún tipo de desembolso.
Para la consejera, esta iniciativa “tendrá un impacto positivo tanto en la fabricación y comercialización de estos vehículos como en el sector de servicios de carsharing y motosharing, y fomentará el uso de vehículos cero emisiones, que nos ayudarán a mejorar la calidad del aire y a hacer frente al reto del cambio climático”.
El Gobierno regional estima que el Plan de Reactivación tras la crisis, con un total de 30 medidas, permitirá, entre otros objetivos, activar la economía y el empleo madrileños, así como planificar con solvencia y eficacia el futuro de la región, y evitará una pérdida de 1.000 millones de euros para la economía madrileña.